


Desde que trabajo en una oficina, me he vuelto adicto al café.
Para poder combatir esa primera hora de sueño atronador hasta que consigo despertarme del todo, necesito con toda impunidad una taza de café.
Pero no solo eso, el café al igual que la violencia, llama al café. A la hora, el sueño vuelve a la carga y es necesario una nueva dosis. Café, cafe,café. Abunda tanto en mi vida que está empezando a infectar mis dibujos.
3 comentarios:
xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
grande, me apasionas
Me pasa lo mismo con el café :D
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